La felicidad disruptiva

Escrito por Martin

11 noviembre, 2020

Hoy quiero escribir sobre un tema que se me hace sumamente difícil porque no todos viven la felicidad de la misma forma y no todos llegan a conseguirla de la misma manera. Es por eso que me voy a basar en mi experiencia personal y todo lo que pueda llegar a escribir es totalmente subjetivo.

Si hoy me pidieran que mencione al menos 10 momentos de mi vida en los cuales tuve felicidad extrema creo que no llegaría ni a 7 que me hayan marcado. Me acuerdo cuando aprobé el ingreso de la UTN con nota 10 (luego de más de 8 intentos), cuando me casé con Valeria (y la luna de miel), de mí viaje de egresados en Bariloche, un viaje a Villa Gesell con mis amigos de la secundaria y cuando nacieron mis hijos (éste sin dudas el momento de mayor felicidad de mi vida). No sé si encuentro más momentos puntuales, pero lo que si entiendo en la actualidad, que la felicidad no son un conjunto de momentos lindos, sino que es una cuestión de actitud de vida. La felicidad es una cuestión muy personal y tiene que ver con lo que uno desee y quiera lograr (¿propósito?).

Entonces, ¿Por qué la felicidad disruptiva? Porque creo que para poder llegar a entender que la felicidad es una cuestión de actitud hay que despertarse y tener un momento personal de quiebre. Algunos tocan fondo para darse cuenta, otros pasan por alguna situación limite en la vida, muchos pierden algún ser querido y varios simplemente decidimos que es el momento de hacer un cambio y patear el tablero de nuestra filosofía de vida.

Creo que en la medida que uno conoce los valores mas íntimos de uno mismo y empieza a regirse por ellos, se da cuenta que son el motor de nuestras acciones y ahí empieza a encontrar diferentes motivaciones.

Otra cosa que me parece importante es encontrar cual es la verdadera misión y visión que tiene cada uno. Porque cuando uno define estos dos conceptos con claridad, los escribe incluso, todas las decisiones que uno empieza a tomar a partir de este momento van en dirección a esa misión.

Entonces cuando empezamos a poner el barco en la dirección correcta, conociendo cuáles son nuestros valores y tomando decisiones en función de una misión de vida, las cosas empiezan a tomar mayor sentido y dejamos de preocuparnos por cosas que no suman a nuestros objetivos.

Y el tiempo es un factor muy importante en todo esto. Porque es un recurso escaso. ¿Cuántas cosas que querés hacer no las hacés porque no tenés tiempo? ¿A cuántas personas conocés que viven la vida a mil y que el tiempo les juega malas pasadas todo el tiempo (valga la redundancia)?

Y no es un tema de tener o no tener tiempo. Tiene que ver con saber gestionar el tiempo. Y para poder gestionar el tiempo hay que saber qué actividades o tareas son importantes para nosotros. ¿Y qué tiene que ver esto con la felicidad? Y mucho. Porque si las acciones que vas a llevar a cabo están ligadas a tu propósito y te pasas la vida haciendo cosas que no te gustan o que no querés hacer, no solo estás yendo en contra de tu misión y tus valores, sino que encima no le estas dedicando el tiempo a las cosas que son importantes.

Estás en la oficina. Mirá a tu alrededor. ¿Cuántas personas son felices ahí? ¿Cuántas personas están amando y siendo felices con lo que hacen? ¡Y sí! Pasan más de 9 horas de su día ahí. Con esto no quiero decir que estar en una oficina sea sinónimo de no ser feliz. De hecho, muchas personas son sumamente felices trabajando en una empresa porque pueden vivir sus valores con intensidad y el trabajo que hacen esta súper ligado con su propósito de vida (antes lo llamé misión). No quiero generalizar, pero si tuviera que decir un trabajo que creo que debe estar muy ligado a una misión muy personal de vida, es la de los Médicos. De nuevo, subjetivo lo que digo… y hasta quizás una creencia.

Por mi parte tuve que ser disruptivo para entender que la felicidad se vive desde el primer momento que te levantás hasta el momento donde apoyás la cabeza en la almohada.

Si no sos feliz con tu vida estás a tiempo de cambiar. Si no te despertaste estás a tiempo de hacerlo. La vida es corta, el tiempo es escaso y tenemos que vivirlo de la mejor manera aprovechando al máximo cada momento siendo felices.

¿Con qué actitud te vas a despertar mañana? El desafío de encontrar la felicidad como una actitud de vida, es un desafío en sí mismo y más que una motivación para justificar todas las disrupciones que sean posibles.

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