Los valores personales como brújula

Escrito por Martin

12 agosto, 2021

Los valores son principios o cualidades que caracterizan a cada persona y determinan cómo ésta interactúa y se relaciona con el entorno. Cuando alguno de nuestros valores se encuentra amenazado reaccionamos. Lo mismo ocurre cuando, por ejemplo, invierto tiempo, dinero y energía en alguna tarea o actividad, donde mis valores no están representados. Esto va a generar muchísima frustración.

Si pensáramos en el famoso Iceberg, donde en la parte de arriba está lo que ven los demás de nosotros, el entorno y nuestros comportamientosen la parte de abajo (nuestra parte más interna), están los valores, creencias, capacidades, emociones, nuestra identidad y nuestro propósito. 

Los valores son como una brújula que nos dan una medida clara de lo correcto.

Nuestra personalidad queda definida por nuestros valores y creencias, nos definen como personas.

De ellos dependerá cómo nos movemos en el mundo, con qué gafas lo miramos y en función de eso, definimos nuestras necesidades y metas.

Desde que nacemos hasta los 7 años aproximadamente, copiamos inconscientemente el comportamiento de nuestros padres. Estamos en la fase de programación básica y prácticamente adquirimos algunos valores por transitividad y sin tener consciencia de ellos.

Entre los 8 y 13 años, de manera consciente o inconsciente, imitamos a la gente que tenemos a nuestro alrededor. En esta etapa seleccionamos valores en función de personas que consideramos héroes a imitar.

Y de los 14 a los 21 años, período de socialización, experimentamos aprendizajes de las relaciones interpersonales y los valores sociales de los que haremos uso el resto de nuestra vida.

En mi caso personal, empecé a tomar consciencia de mis valores a los 36 años cuando experimenté mi primer proceso de coaching.

Ya hablé de esta experiencia en otros artículos que escribí y hoy estoy escribiendo este articulo faltando días para certificar como coach profesional en España (lo que yo llamaría, mi segundo proceso de coaching).

El primer quiebre que tuve en ese proceso, fue justamente cuando trabajé con mi coach los valores. Parece algo muy simple, pero no lo es. Si en este momento te preguntará cuáles son tus 10 valores principales, ¿Podrías responderme casi de manera natural cuáles son? Ese momento para mi marcó un antes y un después. Todavía me acuerdo, luego de hacer una dinámica, cuando mi coach mi dijo “Te presento a tu principal valor – la alegría” y ahí terminé en llanto.

Lo que sigue, si me venís siguiendo en las diferentes redes, ya lo conoces. Terminar el proceso de coaching, renunciar a mi trabajo en relación de dependencia, empezar a emprender, formarme como coach y vaya a saber hasta dónde me lleve ese barco. Hoy soy protagonista de mi vida, y si, ya escribí un articulo sobre eso que podés encontrar en mi página www.clickentumente.com o en LinkedIn, «Víctima o Protagonista».

Hoy, en todas las decisiones que tomo, pongo arriba de la mesa mis valores. Puedo renunciar a muchas cosas y ser flexible en otras, pero siempre y cuando mis valores no estén en juego.

Quiero aceptar o rechazar un trabajo, ¿Está alineada la propuesta con mis valores? Quiero elegir mi entorno, mis amigos y las personas que necesito que me acompañen en mi camino emprendedor, ¿Están todos alineados con mis valores?

Conocer tus valores y tomar consciencia de ellos, te va a permitir llegar a lugares que nunca creíste poder llegar.

Obviamente no es lo único, tenemos creencias, emociones, y diferentes factores que contribuyen a un todo. Pero créanme que los valores son la punta del Iceberg y el camino para dar el primer paso en el autoconocimiento.

Hoy como Coach, ¡Sí!, ya me puedo considerar Coach porque faltan apenas días para certificar, aprendí a trabajar los valores en sesión de una manera muy particular. De hecho, tiene tanta relevancia el abordaje de los valores, que me lleva entre 2 y 3 sesiones trabajarlo. El despertar que veo en mis coachees (nuestros clientes en este mundo del Coaching) cuando hacemos esta dinámica de valores es una caricia al alma.

Básicamente conozco 3 formas de trabajar los valores:

  1. La primera es la técnica del vaciado o embudo, que consististe en brindarle una lista de valores y que el cliente vaya eligiendo los más importantes. Por ejemplo, de una lista de 50 valores que seleccione los 20 que más le conecten. Luego de esos 20 que seleccione 10 y, por último, los 5 más importantes.
  2. Otra técnica, es trabajando la línea de la vida. Para mi esta es la que más conecta al cliente con sus emociones, pero también es la que más tiempo lleva trabajar en sesión. Básicamente consiste en que el cliente pueda recordar momentos de mucha satisfacción de su vida y momentos donde la satisfacción estuvo por el piso. Lo ideal es tener 5 de cada uno. Si tuvieras que escribir una biografía de vos mismo, ¿Qué momentos de tu vida contarías? Luego en sesión, se trabaja mucho con preguntas para que el cliente se conecte con esos momentos y ponemos en palabras muchos de los significados que el cliente trae. Y en cada situación vamos encontrando sus valores. Esta técnica es la que más resultados me fue dando en la corta experiencia que tengo como coach.
  3. Por último, utilizando visualizaciones. Las técnicas de visualizaciones creo que son súper poderosas, pero depende de muchos factores: Que el cliente esté tranquilo, en confianza, en un entorno seguro, cómodo y en un contexto donde se pueda llevar a cabo dicha técnica. También puede resultar muy poderosa para descubrir valores personales.

Las personas que conocen sus valores y tienen plena conciencia sobre ellos, son personas que se conocen mejor a sí mismas.

Toman decisiones en coherencia entre lo que piensan, dicen y hacen, toman mejores decisiones teniendo la capacidad para priorizar y gestionar el tiempo, son personas íntegras y se adaptan mejor a los cambios tomando los problemas como un desafío.

Para cerrar la nota, podríamos resumir la importancia de los valores en los siguientes puntos:

  • Son el centro de quienes somos
  • Son la energía detrás de nuestros objetivos
  • Son esas cosas o ideas que son de vital importancia para nosotros
  • Están en la raíz del cambio
  • Proporcionan el impulso, la motivación básica de nuestras acciones
  • Nos ayudan a comprometernos
  • Nos ayudan a juzgar lo apropiado y lo que es conveniente y lo que no
  • Pueden variar de un contexto a otro

Entonces me gustaría regalarte algunas preguntas para que puedas reflexionar:

  1. Cuando tomás decisiones y te marcas objetivos, ¿Qué tan presente tenés los valores que están en juego?
  2. ¿Cómo gestionas los cambios en tu vida? ¿Pones en juego tus valores?
  3. ¿Tenés definido tu propio sistema de valores?

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