El camino del Coaching

Escrito por Martin

10 septiembre, 2020

Todavía me acuerdo cuando a principios del año pasado estaba hablando con Claudia en la oficina y me dijo: “Vos tendrías que hacer Coaching”. Pasó casi como un comentario desapercibido, pero que sin dudas, quedó en algún lugar de mi mente haciendo ruido. En esos tiempos, yo me estaba haciendo algunos planteos en cuanto a mi perfil laboral. Por cierto, Claudia era mi jefa (por tercera vez y en trabajos diferentes).

Casi sin saber de qué se trataba empecé a buscar un Coach. Me decidí a encontrarlo y empezar con ese proceso de cambio. Tuve varias opciones que me llegaron a través de diferentes amigos y conocidos, pero finalmente me quedé con la opción que me había sugerido Hernán.

En ese tiempo ya estaba dando clases en algunas facultades y repartía mi tiempo entre la familia, el trabajo y la carrera de Ingeniería. Iniciar un proceso de Coaching implicaría muchísima responsabilidad debido a que la variable tiempo ya era escasa en mi vida.

Todos los sábados a la mañana prendía el auto bien temprano y partía hacia Pacheco para tener mi sesión.

Un camino de ida. ¿Cómo era posible que no haya conocido esto años atrás? 

El primer quiebre lo tuve en la cuarta sesión. ¿Llorar, yo? ¿Como era posible largarme a llorar y quebrarme, si en tantísimos años de terapia nunca lo había logrado? Cada sesión era un descubrimiento nuevo.

Salir de la sesión, manejar para emprender la vuelta, llamar a Guille, a Ana, a Vale, a mi hermana y mis viejos para contarles lo feliz que estaba y lo que estaba descubriendo. Volverme monotemático durante todo el proceso; al menos eso me contaron algunos, tiempo después.

Conocer que existen creencias limitantes y que muchas veces no nos dejan avanzar.

Uno de los momentos más emocionantes del proceso es cuando descubrís cuáles son los valores que te motivan a hacer todo lo que hacés. Hasta ese momento mi vida funcionaba en todo casi por inercia. Nunca me había planteado, por ejemplo, dónde me veía en 10 años. Nunca había entendido cuáles eran los valores que motivaban mis acciones.

El ejercicio de la rueda de la vida es también una experiencia extraordinaria porque te permite analizar cuál es tu grado de satisfacción en cada área de tu vida. Cuál es el área de apalancamiento, y cómo es el balance que debemos hacer para estar feliz la mayor parte del tiempo.

Luego vienen experiencias como el plan de acción, la meditación, y un conjunto de herramientas que me dieron vuelta la cabeza.

En mi caso, el Coaching fue el puente para realizar uno de los cambios más grandes de mi vida: dejar la relación de dependencia luego de 15 años, para empezar a forjar mi propio camino como emprendedor.

No sólo me sirvió para crecer, sino que con los descubrimientos que logré, tengo la intención de formarme como Coach y empezar a indagar en todo lo relacionado con las herramientas blandas.

Si todo lo que estás haciendo en tu vida no te hace verdaderamente feliz, significa que tenés que hacer un cambio. Si no sos feliz con tu trabajo y no estás contento con eso, tenés que cambiar. Si no sos feliz con la carrera que estás estudiando tenés que hacer un cambio. Ese cambio tenés que hacerlo con cualquiera de las áreas de tu vida donde no estás sintiendo felicidad. ¿Entonces, por dónde empezar si quiero hacer un cambio? Y la respuesta que te puedo dar, por experiencia propia, es que busques un buen Coach.

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